Correr es una de las actividades más beneficiosas para el cuerpo. Gracias al running mejorarás tu capacidad de resistencia, así como tu salud cardiovascular. Muchos sois los que queréis empezar con este tipo de entrenamientos, pero no sabéis muy bien cómo hacerlo. Estas son las pautas para iniciarse en el running.
La motivación para correr
Si has decidido que es el momento de empezar a salir a correr lo más difícil ya lo has conseguido. Se trata de estar motivado. Levantarse, ponerse las zapatillas y echarse a la calle a entrenar.
Para poder empezar a practicar running lo más importante es tener motivación. Marca un objetivo que no tenga nada que ver con establecer ningún récord. Por ejemplo, sentirte mejor, perder unos kilitos, tomar cada día el aire... Esas pequeñas cosas que nos hacen sacar toda esa fuerza de voluntad para cumplir nuestros retos.
Pero recuerda. Hacer running no implica salir a correr un día. Tienes que mantener tu motivación alta casi todos los días para disfrutar de todos los beneficios que tiene esta actividad para el cuerpo.
No te exijas demasiado
Tómate las cosas con calma. Uno de los errores habituales de las personas que empiezan a correr es que dan mucho de sí el primer día. No lo hagas. Cuando decidas salir a correr haz una primera toma de contacto. Realiza pequeñas series y para antes de sentir que te agotas. No es nada aconsejable llevar el cuerpo al límite.
Y es que correr no significa tener que hacer una maratón. Puedes marcar diversos puntos de la ciudad en los que hacer una pequeña parada. Haz un recorrido simple para los primeros días y verás cómo no es tan complicado como parecía al principio.
Andar y correr una de las claves de la iniciación al running
Te proponemos una rutina basada en el principio de andar y correr si partes de un nivel bajo de entrenamiento. Empieza por caminar a un ritmo ligero durante 20 minutos, calentando el cuerpo. No olvides de mover los brazos cuando camines.
Cuando te sientas preparado lánzate a trotar primero. Corre 5 minutos y para. Vuelve a caminar a buen ritmo. De esta manera, podrás probar tu capacidad de resistencia e ir adaptando el entrenamiento a tu propio nivel.
Conforme vayas avanzando con tus progresos aumenta de forma paulatina tu entrenamiento. Poco a poco, el tiempo de carrera irá ganando terreno al de la caminata.
¿Cuánto tiempo tengo que entrenar a la semana?
Para iniciarse en el running lo ideal es entrenar tres días alternos a la semana. De esta forma, nuestro cuerpo tendrá tiempo para recuperarse y no sentirás que tus piernas te pesan.
Escoge tres días en los que tengas disponibilidad para empezar a correr y pon en práctica todos los consejos anteriores. De forma progresiva, podrás empezar a aumentar también el número de días en los que podrás salir a correr. Y es que cuando le cojas el gusto al running es difícil parar.
Calienta y estira
Jamás salgas a correr sin antes haber realizado un buen calentamiento. Estarás evitando así posibles tirones y lesiones. Prepara tus articulaciones para la carrera. Mueve en círculo tobillos, rodillas y cadera. Estira los gemelos y el cuádriceps. Y no te olvides de calentar los hombros. Para finalizar trota unos 5 minutos en parado antes de salir a la calle.
Una vez que finalice tu entrenamiento deberás estirar todos los músculos utilizados para la carrera. Al correr los músculos se acortan porque lo que será necesario que los estires para devolverlos a su posición natural.
Pon todas tus ganas y equípate adecuadamente, sobre todo, los pies. En poco tiempo te habrás convertido en todo un runner.